Capítulo Uno
Las Nuevas Escrituras escritas por Sananda/Jesús
Por Kathryn E. May, PsyD. on 08/05/13
Soy yo, Sananda.
Como muchos de ustedes saben, estamos preparando la entrega, ya cualquier día de estos, de los Fondos de Prosperidad para bien de toda la humanidad. Para liberar a todos de las garras de la esclavitud económica. Sólo quedan pendientes algunos pocos detalles que tienen que ver con los banqueros del Vaticano. Los estamos convenciendo de que suelten su control sobre los fondos y que permitan su distribución. El Papa les presentó una oferta que no pueden rechazar. Como ustedes saben, ya publicó con fecha del 1 de septiembre de 2013, el decreto que permitirá su arresto. Esto fue deliberado para darles la oportunidad de cambiar voluntariamente su manera de pensar en un lapso de un par de semanas. Parece que algunos de ellos ya han comenzado a debilitar su agarre.
Los funcionarios del Vaticano, al igual que todos los demás en el Planeta Tierra están lidiando con las viejas reglas y normas. Durante siglos han estado inmersos secretamente en el control financiero absoluto de todo el mundo occidental. La mayoría de la gente no tiene idea de la enorme riqueza y de los edictos civiles que todavía están vigentes. Los cuales le otorgan a la Iglesia la propiedad de todas las tierras que han estado bajo el dominio de la Corona de Inglaterra, y también de todas las tierras que estuvieron bajo control de las potencias aliadas del Eje, y de todo el conjunto de países de América del Sur que han adoptado las creencias de la Iglesia Católica. Esto incluye a casi a toda Europa y al Hemisferio Occidental. Por lo tanto, como pudieran haber sospechado, la Iglesia Católica se ha consolidado como la fuerza política más poderosa del planeta.
Al aflojar su control sobre los fondos bancarios, los protectores del Tesoro están muy conscientes de que será el fin de su poder personal, y el fin del mito de que la Iglesia Católica como institución haya sido alguna vez una orden religiosa bien intencionada.
Por supuesto que ha habido muchos sacerdotes, obispos y laicos creyentes,
incluyendo al actual Papa Francisco I, que son muy devotos y bien intencionados, pero la institución en Roma siempre se ha interesado principalmente por mantener el poder político y económico para controlar al mundo. Eso está llegando a su fin.
Muchos que no son religiosos en su vida presente, no están conscientes de las implicaciones que tendrá en la vida de todos los habitantes del planeta, la disolución de la Iglesia Católica. Eso es inevitable. El desmantelamiento completo de la Iglesia, con todo su esplendor, pompa y riqueza significa también el fin de la opresión psicológica y religiosa en que ha mantenido a su pueblo. No puedo subrayar suficientemente las enormes consecuencias que esto tendrá en liberar la mente y los corazones de la gente.
Para algunos de ustedes puede parecer extraño que sea yo mismo, el que vino a la Tierra como Jesús, quien está a la vanguardia de este aparente ataque a la religión que supuestamente, fue establecida en mi nombre. Les aseguro que yo nunca he apoyado y jamás apoyaré el establecimiento de una gran organización autodenominada “Cristiana.” Yo me opuse a la construcción de grandes templos. Esa fue una parte importante de mis enseñanzas. Por encima de todo, nunca he apoyado enseñanzas, diseñadas para esclavizar el pensamiento y la conducta de cualquiera de mis discípulos.
Yo, Jesús– Yeshua ben Joseph, crecí siendo Judío. Practicaba los principios y la ética que aprendí en el regazo de mis padres, y nunca abandoné la esencia de esas enseñanzas, que alientan una ética firme y una forma devota de vivir. Pero me interesaba ampliar los límites del judaísmo creando una práctica basada simplemente en entender que el Amor, el amor al Creador y a las demás criaturas, era el único principio necesario para vivir una buena vida. Enseñé que alejarse del dogma y de la práctica mecánica de cualquier tipo de reglas, es el primer paso hacia Dios. Como pueden ver, cuando yo vivía, en términos de las prácticas acostumbradas, yo era considerado un libre pensador, un agitador radical y un libertario. Esa fue la razón por la que me quisieron eliminar, la poderosa jerarquía de la comunidad judía y los romanos.
Cualquiera y todas las demás sectas fundamentalistas que operaban en el área donde yo enseñaba también se oponían a mis enseñanzas, porque yo estaba a favor de la libertad que tiene cada individuo de comunicarse libremente con
Dios, sin los obstáculos que representan las opiniones dogmáticas humanas o las ideas prejuiciadas. Enseñé que no había necesidad de sacerdotes o intermediarios, todos los seres humanos poseen la capacidad innata de comunicarse telepáticamente con su Dios, con sus ángeles, e incluso con sus antepasados. ¿Acaso les suena todo esto a cuentos extremistas de la Nueva Era?
Bueno, los de la Nueva Era también han propagado sus propios malentendidos. Principalmente, que la espiritualidad se supone que es para hacerles sentir bien, como un fin en sí mismo. Más adelante hablaré un poco más sobre eso. Concentrémonos en la primera lección que les enviare a través de Kathryn, quien ya ha colaborado conmigo en el pasado escribiendo un capítulo de su libro titulado, “El Cristo que usted nunca conoció.” Le he pedido que empiece por presentarles mis enseñanzas directamente en transcripciones no adulteradas, sin que sean editadas, a diferencia de los documentos que hasta el día de hoy han estado disponibles. Ahora estamos menos limitados por el idioma, ya que hay más gente que habla inglés de la gente que hablaba mi lengua Aramea hace
2000 años, y vamos a tener más control sobre las traducciones que el que tuve en aquel entonces.
Pido que estas lecciones se distribuyan en su totalidad sin editar, y sin comentarios. Las traducciones deberán ser autorizadas específicamente por mí. Habrá doce primeros capítulos, que funcionarán como un solo Libro de Enseñanzas.
En la medida en que estas normas se cumplan, lo ofreceremos gratuitamente para el mundo. También daremos la bienvenida a las preguntas de los lectores de Kathryn y Anne DeHart. Yo l as responderé con gusto, después de que hayan entendido plenamente los sei s primeros de estos mensajes. Este es un fenómeno nuevo, no se trata de su capacidad para leer las “escrituras” en mis propias palabras, conforme se vayan escribiendo. Muy pronto estare aquí para poder decirles estas palabras en persona, pero en el Consejo se ha decidido que les sería muy útil t en er cierta preparación a todos ustedes.
Kathryn, Lady Portia, ha dado su permiso para ser el escribano que presentará a nivel mundial estas enseñanzas, debido a nuestra larga relación que se remonta a la creación de esta galaxia, y debido también a su profunda comprensión
intuitiva de los conceptos que les presentare aquí y a su capacidad de captar con total precisión las palabras y su significado.
La he elegido con cuidado, y la he puesto a prueba al límite de su resistencia. Ella se ha mostrado firme en los principios de Unidad, que yo enseño, independientemente de los retos que le hemos presentado. Ahora me siento completamente cómodo al pedirle que haga para nosotros este trabajo tan importante en este momento histórico, y ha estado de acuerdo en asumir la responsabilidad.
Ahora que ya está completa nuestra introducción, comencemos con la primera y la más importante lección, que les presentare en estas páginas:
Dios es amor. Yo Sananda, la representación de Dios, soy Amor.
Les hablo las palabras que el Creador Primario respiro dentro de mi boca, tal como lo hare mientras mi vida y mi alma continúen eternamente.
No existe otra versión de mis palabras sino esta, son las palabras del Padre habladas directamente a través mío. Muchos de los antiguos textos han sido reinterpretados o distorsionados con el propósito de servir a los deseos que tienen los que están en el poder de mantenerse en el poder. Deberemos comenzar de nuevo. Si a l gu i e n quiere citarme, por favor usen estas enseñanzas mejor que los textos antiguos.
Solo le daré a la humanidad palabras de estímulo que sirvan para iluminar y elevarse por encima del miedo, del separatismo y del odio, que durante milenios han sido la forma de vivir en el Planeta Tierra.
No he venido a establecer una nueva religión con nombre alguno. Quiero enseñar el camino Verdadero. La comunicación con Dios y con todos los seres conscientes, en Amor, en Compasión, en Harmonía, en Perdón y en Dicha.
Cualquier enseñanza que genera sentimientos de miedo, de culpa, de separación de los demás, de superioridad sobre cualquier otro ser viviente, o de separación entre el individuo y su Verdadero Ser, no es palabra de Dios, y nunca lo podrán encontrar en mis palabras.
Yo soy Uno con Dios, tal como lo son ustedes. SOMOS UNO. Esta es la
lección que les traigo con Dicha y Amor interminable. Ustedes son Dios, tal como lo SOY YO. No podemos separarnos, porque no lo estamos. No hay distancia física, no hay idea o creencia que pueda separarnos. Estamos destinados a vivir en armonía, en paz y en total Amor. Así sea.
Yo soy Sananda, y he aprobado este mensaje, con Júbilo y Esperanza en mi corazón.
El permiso para traducir debe solicitarse al autor y ser aprobado por los traductores oficiales de Las Nuevas Escrituras escritas por Sananda/Jesús.
Se otorga permiso para copiar y distribuir este capítulo, siempre que se use completo y sin cambios de cualquier tipo, sin fines de lucro, y se dé el crédito al autor y su sitio web, www.whoneedslight.org
Kathryn E. May, PsyD.